miércoles, 27 de julio de 2011

Rumbo a Bruselas

Ayer, un grupo de indignados partieron hacia Bruselas en una segunda Marcha Indignada hacia la sede central del Parlamento Europeo. Su objetivo es ir recogiendo propuestas a lo largo de la marcha y llegar a Bruselas el 8 de Octubre, una semana antes de la manifestación convocada por Democracia Real Ya para el 15 de Octubre.
Vean las noticias:

De ayer (siento el retraso):
El movimiento del 15M continúa canalizando su energía. Esta misma tarde una columna de indignados parte para Bruselas desde el ya emblemático kilómetro cero. Su primer destino será San Sebastián de los Reyes, donde se realizará un encuentro con la población tras el que se dirigirán a Alcobendas para pasar la noche.
La nueva marcha se ultimaba ayer en el Parque del Retiro, donde se celebró el  I Foro Social del 15M . Allí, cientos de personas organizaban los próximos métodos de actuación del movimiento entre los que destacaba su proyección internacional. Desde las 17.00 decenas de indignados han comenzado a reunirse para poder iniciar su recorrido hacia las 18.00 horas.
Por el camino se les irán uniendo columnas de otras comunidades y países que ya han comenzado a organizar su recorrido. Por el momento, los indignados del noreste de la península han acordado unirse a la columna principal a su llegada al norte, que previsiblemente llegará a San Sebastián el 9 de agosto, tras haberse detenido en Burgos y Vitoria, y en la asamblea popular de mañana se acordarán nuevos puntos de encuentro para la unión de otras columnas internacionales. 
La marcha culminará el próximo 8 de octubre en Bruselas, donde se manifestarán ante el Parlamento Europeo y pondrán en común las iniciativas que se hayan tomado desde las asambleas de cada una de las localidades en las que se detendrán.
Los indignados caminarán 22 km al día para llegar a Bruselas el 8 de octubre
Durante su recorrido, los marchantes tienen previsto caminar unos 22 kilómetros al día y continuarán los protocolos ya establecidos por las columnas que llegaron a Madrid el pasado viernes. Cada una de las columnas mantendrá una comunicación directa con un grupo de trabajo que favorecerá la coordinación desde España y continuarán vinculándose a las ciudades y pueblos en los que se detengan con el fin de recopilar propuestas y perfeccionar el movimiento.
Para mejorar la organización interna de la marcha, los indignados se valdrán de dos foros que, mediante todas las lenguas de los países implicados, desarrollarán escritos y debates vía Skype y Pire Pad, una herramienta de construcción de textos para compartir en la que plasmarán las diferentes propuestas y proyectos que vayan alcanzándose.
Esta misma mañana han salido hacia Bruselas las primeras dos columnas internacionales. Los indignados de Toulouse (Francia) y Aachen (Alemania) llegarán el próximo día 17 a París, donde se reunirán con los marchantes de España para mostrar su apoyo a una iniciativa que los indignados de EEUU han previsto iniciar ese mismo día. Con el nombre de Ocupemos Wall Street, un grupo de estadounidenses ha propuesto acampar durante unos meses en el histórico centro financiero.
La iniciativa internacional, que culminará el 15 de octubre con una gran manifestación mundial convocada por los indiginados y Democracia Real Ya (DRY), pretende dar un alcance global al movimiento. 

De Hoy:
Tenemos ganas de llegar y todavía no hemos salido”. Piotr Lewandowski, polaco de 22 años, perdió su trabajo en una fábrica de tratamiento de cartones en enero. En junio se unió en Santander a la ruta norte de la marcha indignada y caminó durante 23 días hasta llegar a Madrid. Ayer todavía le quedaban fuerzas para, junto a una treintena de integrantes del Movimiento 15-M, emprender camino a pie hacia Bruselas con el objetivo de alcanzar un “revolución global”.
“La decadente realidad sociopolítica, económica y medioambiental instalada en nuestros sistemas integran un complejo enemigo internacional e intangible cuya lucha requiere que nos movamos al mismo tiempo”. Bajo esta máxima, un grupo de indignados decidió apresurar la salida de la marcha hacia la principal sede administrativa de la Unión Europea en una asamblea celebrada el pasado lunes en el Retiro. “El 15-M no se para, no tenemos nada que perder”, comentaban en pequeños corros algunos de los indignados poco antes de la salida de su primera etapa: Puerta del Sol-Alcobendas.
Los caminantes tienen previsto llegar a Bruselas el próximo 8 de octubre para exponer ante el Parlamento Europeo sus reivindicaciones a nivel “global”. Por el camino, aprovecharán para “dialogar” y nutrirse “los unos de los otros” con el fin de mejorar la coordinación del movimiento a nivel internacional y alcanzar un marco de acción común.
Según explicó uno de los portavoces, la idea es “dividir Francia en territorios de actuación” por los que vayan pasando los indignados de los diferentes países que se unirán a la marcha antes de confluir en París el próximo 17 de septiembre. A falta de confirmaciones, los portavoces de la marcha a Bruselas aseguran que hay indignados de Italia, Grecia, Alemania, Suiza y Reino Unido dispuestos a sumarse a la ruta para “llevar el mensaje del movimiento por Europa” y llegar juntos a Bruselas. Es probable, además, que otra columna similar salga de Barcelona en los próximos días y que las dos marchas españolas confluyan en Tours (Francia), y continúen juntas desde allí.

Despedida en Sol

Durante toda la jornada de ayer, a través de las redes sociales, el Movimiento 15-M animó a sus simpatizantes a acudir a Sol para despedir a los caminantes. El intenso calor no impidió que alrededor de un centenar de personas se reunieran en el centro de la plaza para prestarles su apoyo y acompañarlos en su primer tramo.
Entre ellos estaba Beatriz, una joven de Bilbao que se enganchó en Burgos a la ruta norte y llegó hasta Madrid. No tiene fuerzas para unirse desde el principio a la marcha a Bruselas, pero asegura que se incorporará cuando pase por Euskadi. “En Bruselas vamos a demostrar que, si los gobiernos no son capaces de unirse, los pueblos sí”, asegura.
Antes de la salida, el ambiente era, en la línea que ha caracterizado al movimiento, festivo y reivindicativo. El grito de guerra de las marchas populares indignadas
–“¡De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste!”– fue coreado con fuerza por los congregados. También se escucharon otros lemas tradicionales del 15-M como “¡Que no, que no, que no nos representan!” o “¡El pueblo unido, jamás será vencido!”.
Guillermo, que llegó a Madrid caminando desde Alcázar de San Juan (Ciudad Real), también se unió ayer a la marcha. “Queremos transmitir un mensaje de cambio a la sociedad y a los políticos y, con este pequeño símbolo, demostrar que nada es imposible”, aseguró. A su lado, Ladis y Ángel, ambos parados, discutían sobre los motivos que les han llevado a enrolarse en la marcha. “Quiero que las cosas cambien, que mejoren los salarios”, comentó el primero. “Creo que es importante que la gente se pregunte por qué caminamos”, dijo el segundo, que perdió su trabajo como soldador hace unos meses.
En Bruselas los esperará Carmen Gil, sevillana aficanda allí desde hace dos años. Junto a otros indignados, se encargará de la coordinación de la recepción de los caminantes. “El lunes estuve en el I Foro Social del 15-M y percibí muchas ganas de hacer cosas. Cuando pude mirar en internet, vi que en Bruselas ya estaban al tanto. Hay mucha gente, españoles y belgas, que ya los está esperando”, asegura.
Pasadas las 19.00 horas, portando una pancarta en la que se leía “Vamos despacio porque vamos lejos”, los caminantes avanzaban por la Castellana dejando atrás la nueva acampada instalada entre Cibeles y Neptuno. Allí permanecen todavía alrededor de 300 indignados que permenacerán allí al menos hasta el domingo.
Ánimo, caminantes, espero que esto les sirva para darse cuenta de que somos muchos más, y estamos cabreados!!!

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